miércoles, 22 de febrero de 2012

LA CICCONE QUE NO ES MADONNA

Con el despido de Benigno Velez como gerente general del Banco Central el Vicepresidente Amado Boudou perdió un alfil importante en su estrategia de mantener una pequeña cuota de poder frente al cónclave presidencial liderado por Cristina Fernández, Guillermo Moreno, Abal Medina y la Ministra Garré.
Salpicado por todos los costados y sin pronunciar una palabra, Boudou copió la exitosa fórmula anti republicana de manejarse por parte de sus mentores, Néstor y Cristina.
Durante las escandalosas denuncias acerca del incremento patrimonial de la yunta presidencial, el sobre de Felisa Michelli, los aportes de campaña de Antonini Wilson, o el supuesto enriquecimiento patrimonial del ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime, el oficialismo utilizó el silencio y el descrédito personal en sus oportunos denunciantes.
En el caso de Ciccone Calcográfica, no solo el oficialismo guardó silencio.
Durante dos semanas no hubo fiscal de la Nación que levantara la denuncia que hiciera la mujer del testaferro de Boudou, Alejandro Vanderbroele desde Mendoza. Tampoco los Partidos de la oposición y sus legisladores habían prestado atención al hecho de corrupción escandaloso ya que habían quedado embelezados por la invitación de la Presidente Fernández a la Casa Rosada por el tema Malvinas.
Todos fueron para la foto. Era un abrazo de oso y muy pocos escaparon a las garras de ese poder omnipotente representado por el kirchnerismo puro como fiel reflejo del pensamiento único y la farsa política.
Si la oposición consintió apoyar la nube de humo que siempre trae a colación el peronismo sobre el delicado tema Malvinas, mucho más fue su sujeción cuando los presidentes de ambas Cámaras aprobaron con desparpajo y desinterés por los millones de argentinos que sobreviven por debajo de la línea de pobreza el aumento del 100% de sus ingresos.
La culpa la tiene el Pueblo argentino que vota a esta clase dirigente.
También es culpable de no exigir que sus Diputados pidan el juicio político al Vicepresidente Boudou por la vergüenza que significa su relación con Vanderbroele, apenas un monotributista que contaba con U$ 580.000 que depositó para levantar la quiebra de Ciccone Calcográfica, que nada tiene que ver con Madonna Louise Ciccone.
Madonna Ciccone nos deslumbra por su carisma, su esfuerzo y sus éxitos musicales.
Ciccone calcográfica suma otra cuota más de corrupción a la ya existente en el país. Después se preguntan algunos porqué Argentina es el país dentro de Latinoamérica que menos inversión extranjera ha recibido.
La inversión extranjera necesita reglas de juego claras.
Corrupción hay en todos los países, pero no la impunidad que existe aquí.
Dilma Roussef despidió a ocho Ministros por corrupción.
El Vicepresidente de Alemania renunció por corrupción.
En la Argentina, desde siempre lamentablemente, la corrupción al igual que la inflación, son realidades que subyacen a pesar de los cambios en las administraciones del Estado. Es una forma de vida. Así nos va.
Cuando uno compara las refacciones de Amado Boudou en su despacho de la Cámara de Senadores de la Nación, con jacuzzi incluído, y recuerda políticos de la talla de Frondizi, Illia y Alfonsín, la ética republicana que respetaron durante sus gobiernos y la austeridad económica que sobrellevaron hasta sus últimos días no hace más que afirmar la tristeza que nos genera el presente de corrupción, falta de ética y conducta republicana.
De nada sirve crecer a tasas chinas si nos hundimos en el abismo de la corrupción, pública y privada. La ética no vende, la corrupción compra y vende.
No podemos combatir a la corrupción si al igual que sucede con la inflación no le damos entidad. No existe. Sin embargo muchos disfrutan de sus beneficios.
No son los gringos que nos compran sino los gauchos que nos venden.
Perón siempre le echaba la culpa a los gringos por todos sus males, sobre todo cuando surgía algún problema relacionado con su pésima administración “Los gringos nos están consumiendo”. De lo contrario, volvía a cargar las tintas contra el colonialismo inglés sobre Malvinas.
La educación tampoco vende. Tiene muy poca publicidad.
Somos una sociedad en decadencia y la falta inversión y modernización de la educación tiene mucho que ver.
Publicidad tiene el Gobernador Daniel Scioli que saturó la Costa con sus espectáculos como si fuera Carlos Rotemberg. Además de cubrir rutas y ciudades con miles de letreros de color naranja haciendo un culto a su persona y a su deficitaria administración sin importarle el impacto visual que causan los mismos.
Cristina Fernández, la Presidente de la Nación también nos dijo por medio de su publicidad oficial que la Argentina es un país de buena gente. ¿Será así?
Abusan de la publicidad y la utilización de medios, siempre el dinero de los contribuyentes, que cada vez son menos pues ya nadie cree en sus discursos.
Los Partidos de la oposición debe recuperar el rumbo. Perdidos sus dirigentes en cuestiones internas que nada aportan a construir una propuesta política y económica para el futuro del país.
El futuro, nuestro futuro, se dirime el año próximo. Las elecciones de medio término son una nueva oportunidad para que todos los dirigentes opositores lleguen a un acuerdo programático para recuperar la mayoría en ambas Cámaras.
De lo contrario sufriremos otra derrota como en octubre de 2011.

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